Querido lector: Si estás interesado en críticas con finales felices, donde pequeños pitufos sostienen sus manos mientras sonríen, cantan y bailan alrededor de una fogata en su mundo perfecto, estarías mejor leyendo otro blog. La historia de los Baudelaire no tiene un final feliz, ni un principio feliz, y ciertamente contiene muy pocas cosas felices …