Si algo he aprendido de mi vida como melómano y escucha obsesivo, es que los mejores descubrimientos siempre se hacen durante la madrugada. En esos momentos la tranquilidad de mi cuarto sólo se ve interrumpida por los suspiros de mis cuatro gatos, acostados alrededor de mis piernas y por los sollozos de mi perra, …
