Sean bienvenidos, queridos lectores, a una nueva sección en Poolp: Netflix Casual, va de un sujeto sentado frente al televisor, abriendo Netflix y seleccionando una cinta al azar. El objetivo es claro: ayudar a los espectadores a decidir qué película ver en esos ratos de ocio.
Para esta función inaugural nos remontamos a un ya lejano 2012. Celeste & Jesse Forever (Lee Toland Krieger), o Esposos, Amantes y Amigos, como sugiere su precario y burdo título en español, es un caso bastante peculiar dentro de su clase.
La historia es sencilla: Celeste y Jesse han sido mejores amigos toda su vida, por lo que les parece natural llevar su relación al siguiente nivel. A esto sigue un matrimonio que, si bien funciona, provoca algunas dudas en ellos. Al iniciar la trama, los personajes ya se encuentran en proceso de divorcio, pero poco a poco ambos descubrirán que tal vez han cometido más de un error en el camino.
Como pareja central tenemos a Rashida Jones y Andy Samberg, ambos fuertemente asociados con la comedia. No resulta difícil de creer, entonces, que la campaña detrás de Celeste & Jesse Forever apelara a lo gracioso, a esos chistes maduros que tanto poder taquillero han demostrado. Si bien es cierto que contamos con un guion agudo y sarcástico, y el sólido cast irradia carisma, la realidad es muy distinta a lo promocionado.
Nos encontramos ante todo frente a una cinta dramática, un estudio de relaciones humanas, la dificultad por mantenerlas, la culpa y el no saber dejar ir. Y es doloroso ver a estos dos personajes moverse por la vida en un estado de desconcierto permanente provocado por los cambios que experimentan al finalizar su relación.
El principal acierto de la película es, sin lugar a dudas, la capacidad de empatía que generan los protagonistas. La química entre Jones y Samberg es envidiable, y provoca que el espectador quiera verlos llegar a un buen puerto. Da gusto ver a dos actores estirar sus músculos histriónicos en terrenos que no les resultan tan familiares.
No menos importante es la capacidad del guion para ir evadiendo los clichés, de manera que nunca sentimos una sobrecarga de estereotipos. Sorprendentemente, los personajes secundarios (entre los que vemos nombres de relativo peso, como lo son Elijah Wood y Emma Roberts) comienzan pareciendo simples, pero logran desarrollar personalidades entre bastidores, logrando salir victoriosos en el resultado final.
Agregamos un buen apartado técnico que, sin quedarse grabado en la memoria, otorga una cierta elegancia a la envoltura del producto, y mediante el uso de primeros planos logra acentuar la intimidad público-actor.
Sin embargo, existe un “pero” bastante fuerte. La trama llega a estirarse demasiado en el afán de no terminar en lugares comunes, de manera que el ritmo en la segunda mitad se torna lento y pesado. El espectador seguirá interesado en conocer el desenlace de la historia, pero mirará el reloj más de una vez.
Por lo tanto, para aquellos amantes de las cintas de romance independiente que cuenten con 92 minutos libres y una pizca de paciencia, Celeste and Jesse Forever representa una buena opción para sacarle provecho a esas membresías.