Terminada la primera guerra mundial, vivida por todo el mundo gracias a los medios masivos de comunicación, y con un gran auge económico en América, el lema común a lo largo de los años 20’s fue «mañana podemos morir en otra guerra, hay que vivir el hoy«. Así llegó un periodo mágico en el mundo llamado los locos años 20’s. Si bien fue un momento que tiene más ruido en Estados Unidos, México no se salva de la locura y la euforia que llegó acompañada del fin de la revolución.
A nivel mundial terminaron en 1929 con la gran crisis económica surgida en Estados Unidos por una sobreproducción excesiva, pero como en México siempre vivimos en crisis, eso no detuvo la era de la locura y durante los 30’s comenzó el proyecto moderno de la mano del art decó en la arquitectura.
Los locos años 20’s llegaron con 5 años de retraso y terminaron cerca de 1935.
Más tarde el estallido de la segunda guerra mundial y los descubrimientos petroleros en México propiciaron el milagro mexicano que poco a poco decayó a lo largo de los 50’s. Sin embargo México nunca supo vivir fuera del surrealismo. Ahora recordaremos algunas anécdotas de aquellos locos años 20 acompañados de algunas melodías como bonito fondo musical.
Cómica, actriz y cantante, María Conesa era de esas vedettes que el público en México admiraba aunque le inventarán chismes a sus espaldas. Le llamaban la Gatita Blanca y era hermosa, por eso aprovechando su hermosura fue pareja del General José Álvarez, jefe del estado mayor presidencial. Sin embargo la general lo acusaron de contrabando de medias y a María la consideraban complice por lo que «la invitaron» a salir del país. Aprovechando su graciosa huida llegó a Hollywood pero sus admiradores mexicanos resultaron despechados, fue por eso que se organizo una enorme procesión que llegaría hasta La Villa para rogarle a la virgen que regresara a México la gatita blanca. La virgen concedió el milagrito y María volvió en 1930.
La presión social es fuerte en estos tiempos, lo cual puede causar en las mujeres alteraciones en la menstruación como Amenorrea, dismenorrea y menorragia, es por eso que llegó a las boticas el medicamento milagros de nuestra era: Hormotone. Hormotone eras pastillas que se obtenían de las extracción de las glándulas del toro para ayudar a las personas. «Para las mujeres que sufren debilidad general, anemia o neurastenia, las que no tienen interés ni ilusión por nada, las que viven en temor y sobresalto continuo».
Al hombre de bigote y sombrero lo acaba usted de conocer en una mansión en Coyoacán. Usted asistió a la fiesta acompañado de su esposa, en la fiesta hay mandatarios, políticos, literatas y la más alta sociedad de México y Don Carlos se acerca usted para hacerle la plática. Carlos realizó la fiesta invitando a todos sus amigos, y es que Don Carlos tiene minas de diamantes, fábricas en todo el mundo, acaba de adquirir pozoz petroleros en México (pues viene de España) y por si fuera poco la presume el fistol de diamante que lleva en la gabardina y que le regaló su amigo el zar Nicolas II. De pronto Balmori coquetea con su esposa y sin mayor discreción le propone matrimonio, a cambio usted recibirá algunas joyas preciosas y será dueña de alguna de las fábricas que le sobran a Balmori. Tanto la esposa como usted aceptan el trato y acto seguido el señor Balmori se quita el bigote, el sombrero y la gabardina y aparece una adorable viejecita que riendo junto con todos los invitados le confiesa que le han hecho una Blamoreada. Bromas pesadas que la actriz Doña Conchita Jurado le jugaba a todo aquel que se le cruzara en el camino para saber quién era más tacaño. Ahora a usted le toca traer al «puerquito» en la próxima fiesta.
María Teresa Landa era la mujer más famosa de 1928 por convertirse en la primera Miss México. Le llovían millares de ofertas de trabajo en Texas cuando comenzó el concurso de Miss Universo, pero todas las rechazó para regresar a México y casarse con el amor de su vida. Once meses después, en 1929, María se enteró de que su esposo cometía bigamia y envuelta de ira lo asesinó. «Quisiera matarme yo, pero lo mate a él», envuelta en dolor, tristeza y una gran actuación por parte de su abogado, la ex-miss fue exonerada por el jurado popular. Fue el último juicio en México que utilizó a estos jurados pues facilmente se dejaron influenciar. Una historia que deja corto al argumento de «Chicago».
El Art-Decó era la forma de demostrar al mundo que los países del tercer mundo habían alcanzado el primero. Desde Sudáfrica hasta Río de Janeiro, pasando por la Habana, en México el Art Decó dominó casi cada estado. Para abrir paso a la tecnología en la Condesa se inauguró el reloj-radio: un reloj monumental de cuatro caras que por medio de unas bocinas transmitía las estaciones de radio del momento. Sus motivos en art-deco hacían alusión a las ondas de radio invisibles. Aunque muchos asistían a escuchar las noticias debido a que los radios eran demasiado caros, duró apenas un mes, pues los vecinos se quejaban del ruido constante que emitía. El reloj radio fue convertido en fuente y permanece de pie en el Parque México.
Guadalupe Marín le comparte a Frida un secreto de cocina: Lupe fue la primer esposa de Diego y sabía que algo que Diego amaba era coleccionar figuritas prehispánicas que tomaba de excavaciones arqueológicas. Cierto día que Lupe descubrió una de tantas infidelidades, ella tomo las figuritas y las destrozo hasta volverlas polvo, luego las sirvió en un caldo con tortillas y se las dio a comer. Cuando Diego preguntó que era, pues estaba delicioso, Lupe confesó – es sopa azteca. Lupe y Frida tuvieron una amistad agitada gracias al pintor, luego se descubrió en los tesoros de la pintora una foto de ella abrazando a Lupe pero que estaba doblada a la mitad. Quienquiera que haya doblado la foto, no se atrevió a romperla.
Si algo odiaban los vecinos que vivian en la vecindad de la Merced, era escuchar en la azotea del ex-convento a un ancianito discutiendo constantemente con una jovencita que salía desnuda en la azotea. Era el Dr. Atl que se molestaba de que Antonio Garduño retratara a su joven novia Carmen Mondragón. Atl la bautizó con el nombre nahuatl de «Movimiento perpetuo» Nahui Ollín. Sus ojos cautivaban a más de un hombre y decían que paseaba completamente desnuda, tapada solo por una bata en la alameda. A la francesa de los ojos enormes Atl la llama Mon Dragón (mi dragón) y al viejito cojo que se la pasa tosiendo, Nahui le dedica cientos de cartas que luego se vuelven parte del libro de Atl: Gentes profanas en el convento.
Pese a que la mayoría de fotos muestran al Padre Pro como el martir y santo serio que murió durante la guerra cristera, la realidad era muy distinta, pues el hombre serio cuyas últimas palabras fueron «Viva Cristo Rey» tenía que ingeniarselas para oficiar misa a partir de 1926 cuando ser católico era un crimen. Disfrazado de payaso, de extranjero chino, con curiosas maletas donde escondía las herramientas para oficiar misa, asistía a supuestas reuniones y fiestas de tal manera que las autoridades no lo descubrieran. Oficiaba matrimonios y bautizos en la oscuridad de la noche. Todos estos artículos incluyendo la ropa con la que fue fusilado son parte de las reliquias que guarda celosamente la iglesia de la Sagrada Familia en la colonia Roma junto con los restos del Padre Maestro del Disfraz.
Desde hace 4 años el cine sonoro había llegado al mundo gracias a Estados Unidos, pero en México se desconocía la tecnología y se improvisó una propia, así nació en 1931 Santa: La primer película sonora del cine mexicano. El sistema utilizado con un sincronizador maravilló a Hollywood y se perfeccionó en Estados Unidos naciendo el Rodríguez Sound Record System, pero lo interesante no es eso. Lo realmente divertido es que nadie en México estaba acostumbrado al cine sonoro por lo tanto a lo largo de toda la película se escuchan como le gritan al chalán para ir por tortas, como se suena la gente la nariz, e incluso el sonido del vestuario de chaquiras que nadie tomó en cuenta.