¿Quién no ha visto uno de esos artefactos, algunos grandes, otros compactos, en el cual se pone un disco que pareciera que salió de la Era de Piedra, y de donde sale música? Tocadiscos antiguos, algunos más modernos, todos conocemos por lo menos esa imagen icónica de un tocadiscos que nos hace sentir nostálgicos, diversos del mundo contemporáneo y ubicarnos en la “época de oro” del mundo. En casa de los abuelos, de los padres, en anticuarios, incluso ya algunos en museos y algunos pocos que todavía están en funcionamiento, los tocadiscos son de propiedad popular: Músicos, gente de la ‘alta alcurnia’, incluso gente de barriada los utilizaban. Pero ¿Por qué hablar de estos objetos ya en desuso, y me atrevo a decir en peligro de extinción? Realmente por la nostalgia de aquellos tiempos que no vivimos, pero que podemos encontrar un pedazo de aquella realidad, remontarnos a aquella época- ¿Qué mejor forma de viajar que por medio de la música?- y sentirnos antiguos.
El tocadiscos, acompañado por su formato de discos negro, los LP’s, son fósiles vivientes de tiempos que no conocimos. Aquellos discos de gran tamaño de vinil- también llamado arcaicamente disco gramofónico- mantienen vivos a las raíces de la música que existe actualmente. Tanto Chopin, Beethoven, Joplin, Hendrix, Morrison como Lara, Santos, Jiménez, Perales, etc, etc están presentes en este tipo de discos. De mayor durabilidad y resistencia, los LP’s han sido utilizados actualmente como basura, tesoro y hasta para el arte.
Son vistos en cualquier lugar, y ya muchos no los escuchan gracias al invento llamado CD, y mejor aún, al Internet- Oh, gloriosa maldición que ha terminado con todo objeto manual y original- han estado desapareciendo poco a poco de la memoria colectiva. Aún recuerdo aquel tocadiscos que tenía en casa, el cual se reproducía a veces en las madrugadas y por eso tuvimos que regalarlo –Algo un poco tenebroso- pero del cual escuche tanto a The Doors y The Beatles, al igual que el Rock mexicano, música de culto –ya aclarado en La Falsa Idea Que Tenemos De La “Música Clásica”.– Es quizá la mayor influencia en mi niñez, y que al igual que muchos lectores ha marcado parte de los gustos que después se desarrollaron con respecto a la música. Aquel aparatejo fue más que un mueble, un familiar más que vivía con nosotros y nos hablaba con melodías y recuerdos.
Pero ¿Cuál es el futuro que le deparan a estos aparatos y sus discos? ¿Será de se esfumarán de la faz de la Tierra? ¿Qué nadie más los utilizará? Tranquilos, lectores. En estos tiempos, la modernidad es la recopilación del pasado. Todo aquello viejo ha aumentado su valor al llamarse ‘vintage’ o ‘retro’. Los hipsters, aquellas criaturas extrañas que todo el mundo encuentra pero de los cuales se desconoce de dónde salen han rescatado esos aparatos musicales, toscos y que utilizan un gran espacio para adornar sus hogares. Incluso, suelen escuchar de los tocadiscos música, mientras leen algún libro de la misma decadencia, olvidados que aman la gente de la misma índole. Bandas han retomado los LP’s para publicar sus nuevos trabajos, tal es el caso de Café Tacvba con ‘El Objeto Antes Llamado Disco’ donde el título nos remonta a lo que se refiere. Igualmente, las empresas se han tocado el corazón y han fabricado nuevos diseños de Tocadiscos, algunos bastante innovadores que incluso reproducen Cassettes, CD’s, auxiliares y hasta memorias USB. Nos encontramos con la nueva época vieja, en la cual las personas mezclan el futuro con el pasado, y proponen híbridos para todo tipo de personas. No se preocupen por aquel dinosaurio musical llamado tocadiscos, seguirá vivo para todo aquel melómano que guste de música anticuada y la que te transporta a parajes melancólicos y llenos de buenos recuerdos.