“Fui a los bosques porque quería vivir a conciencia, quería vivir a fondo y extraer todo el jugo de la vida, para no descubrir en el momento de mi muerte, que no había vivido”.
Película dirigida por Peter Weir, estrenada en 1989, “La sociedad de los poetas muertos” es un ánimo para aquellos amantes de la literatura, la poesía, o bien para quienes buscan expresarse como deben sin ningún temor a la sociedad. Dirán ¿Por qué elegí hablar de este filme? El recordar a los muertos, incluso del poco tiempo de haber estado vivos, es un precedente bastante ilustrativo. ¿Ilustrativo? Robin Williams ha muerto. Pero no sus personajes. Mr. Keating, el profesor de inglés de la escuela Welton es, en el punto de vista de su servidor, uno de los mejores roles que ha interpretado. Es, inclusive una profecía de su propia muerte, por no decir inclusive “cínicas”. Quién entre su bote de películas se encuentra con ella, no lo duden. Son aproximadamente dos horas de un trama que a muchos les gustará, pero a pocos les transmitirá el verdadero mensaje.
“No leemos y escribimos porque sea tierno, escribimos y leemos poesía porque somos miembros de la humanidad, y la humanidad rebosa pasión, la medicina, leyes, administración, ingenierías son muy nobles y necesarias para sostener la vida, pero la poesía, belleza, romance, amor es por eso que vivimos”.
Inclusive como defensor de estas letras que han ido muriendo, la poesía suena bastante inútil. La Sociedad de los Poetas Muertos busca reencarnar en algún joven que los recuerde, que en el pensamiento los revivan, y más importante: que los ideales prevalezcan. “No importa lo que digan. las palabras y las ideas si cambian al mundo”. Como ya expliqué en mi artículo “La literatura: Buscando lo Innecesario” es un riesgo que uno elige correr al leer, y peor aún, al escribir. Dejar de dormir no es tan fácil. Aquí lo hacen notar de una de sus distintas facetas, al encontrar- como siempre- a los antagonistas del pensamiento, del libre albedrío. Y es cierto, se encontrarán con varias escenas que nos recordarán al presente difunto, son de impacto, pero hará que piensen mejor en las cosas que suceden alrededor. ¿Dónde es que vivimos si no en la tierra de los dormidos? ¿Acaso Carpe Diem es un verso de la amplia poesía de la vida? ¿Cómo rechazamos tantas oportunidades de trascender al mundo de las ideas, de lo elemental, lo eterno?
La Sociedad de los Poetas Muertos, protagonizada por Robin Williams. Mr. Keating, profesor de inglés. Por último, les sugiero que escuchen a los muertos, debido a que algún día necesitarán que alguien los recuerde. Y como Mr. Keating citó aquel póstumo pensamiento:
“Recoge rosas mientras puedas, los tiempos pasan pronto y esta misma flor que hoy sonríe, mañana morirá.”
Postdata: Véase el poema de Juan de Dios Peza, “Reír Llorando”.
