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Kevin Drew, tequila y dos canadienses para hacer el concierto perfecto

Olvidemos por un momento esos conciertos con grandes producciones, luces impresionantes y escenografías enormes en giras mundiales, pensemos ahora en esos conciertos memorables que no requieren más que a los músicos con modestos instrumentos y un público que no necesita ser el más numeroso pero sí el más desmadroso.

     

El que haya estado presente en un concierto de algún miembro de Broken Social Scene sabe que la Ciudad de México despierta en esos músicos una magia que hay que ver. Logran hacer conciertos surrealistas que combinan perfecto con el folklor de nuestro país, ellos simplemente aman México.

Kevin Drew se hizo acompañar por su amigo Charles Spearin quien también es miembro de Broken Social Scene, les bastó una guitarra acústica, una eléctrica, un teclado y un extraño instrumento de cuerdas para deleitarnos. Kevin es todo un personaje, parte importante de la escena independiente canadiense y creador del sello Arts & Crafts en Canadá, cuya versión mexicana celebró con él y con Bear In Heaven la noche anterior su sexto aniversario.

Kevin, el personaje, el amigo que todos quieren tener, salió al escenario del Teatro Circular con el ambiente más íntimo para un concierto que he visto en mi vida y comenzó con You In Your Wereno sin antes mencionar su amor por México y decir que la primera vez que llegó a la ciudad vino con el corazón roto y que México lo salvó, aprovechó para agradecerle su apoyo a Chikita Violenta.

Fue después de Cause = Time que Brian King guitarrista de los también canadienses Japandroids salió de entre el público para sentarse en el piso justo enfrente de Kevin porque dijo que estaba muy lejos e invitó al público a hacer lo mismo, así que la gente se sentó en el piso y Kevin parecía un abuelo contándole historias de vida a sus nietos.

   

El fundador de Broken Social Scene estaba de buenas y con ganas de complacer a todo el mundo, la gente se dedicaba a gritarle nombres de canciones y él las tocaba todas, al punto de dejar el setlist que tenía planeado pisoteado y tirado. El público y el músico se comportaban como viejos amigos, sonaba entonces Fucked Up Kid con Kevin equivocándose al tiempo que decía «Fuck… I already fucked up».

Los errores no molestaban a nadie, provacaban risas y hacían lucir a Kevin Drew más humano, tuvo algunos problemas con su teclado, pidió disculpas y siguió con Good Sex de su más reciente disco Darlings, la melancolía se vio interrumpida por alguna persona que se rió, el músico se detuvo… «What’s funny? Why are you laughing?», decidió cambiar de canción fingiendo estar enojado… «I wrote this song for you… and you… and you» y así empezó Mexican Aftershow Partyque también fue interrumpida, esta vez por las bromas de Charles Spearin.

Kevin hizo un rápido escape y regresó con dos botellas de tequila en la mano, se las dio a las primeras filas y, como en una comuna, teníamos que tomar y pasarla, en ese momento me preguntaba si ese concierto realmente estaba sucediendo porque, tal vez, soñé lo que pasó anoche.

Iniciaba Lover’s Spitde las clásicas de Broken Social Scene y esta vez sí logró terminar la canción. Lo mejor se vivió con Sweetest Kill y Texico Bitches, en esta última el canadiense empezó a caminar entre el público y a tomarse fotos con todo aquel que se lo pedía, repartía abrazos y hasta high fives.

El concierto terminó con la versión completa (ahora sí se pudo) de Good Sex pero la noche no terminó ahí, antes de salir, Kevin le dijo al público que esperara un rato en el bar… así fue: hubo una mexican aftershow party…

Fernanda Piña

Melómana, escritora de ficción, no ficción y rock que es un poco de los dos. Pensando en música 24/7 y más.

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