¿A quién no le ha ocurrido que un disco le llama la atención por su portada? La importancia del arte en las carátulas y su contenido es casi tan relevante como la música misma. El mejor complemento artístico de un material discográfico siempre será la imagen, porque es la idea más inmediata que nos podemos hacer sobre cómo se escuchará dicho material. Imagínense que ningún disco tuviera portada, sólo el nombre del artista y el álbum, ¿tendría el mismo atractivo? Esta comprobado que no lo tenía, pues en 1930 los discos se vendían así, y el director de arte Alex Steinweiss se dio a la tarea de decorar el empaque, incrementando las ventas de los discos.
Radiohead está con todo ahora que salió el A Moon Shaped Pool. Algo que sus fans esperaron a la par de las canciones fue el artwork. Si bien el diseñador y fotógrafo Stanley Donwood está a cargo del arte de la nueva producción, como de muchas anteriores, hay historias sobre los primeros discos que es interesante conocer.
El bebé en la flor de Pablo Honey fue creado por la artista Lisa Bunny Jones, así como el single de Anyone Can Play Guitar. La portada es muy “noventas” y refleja el estilo de rock en ese tiempo por parte de Radiohead. Ya muchos saben que de aquí se dispararon al éxito con Creep, pero también vale decir que varias rolas eran tipo U2 mezcladas con sonidos de ese tiempo (Smashing Pumpkins, Pixies, y demás).
Sin embargo, para The Bends, Radiohead dejó de ser esa banda “one hit wonder”. El título mismo nos habla de un término usado en buceo, que significa la sensación de subir rápido a una superficie, una descompensación que te pone mal, indicando así lo que la banda sintió al de repente salir disparado en varios medios. El arte comenzó a ser creado por Donwood a partir de este disco.
Thom Yorke y Donwood se conocieron en la Universidad de Exeter, lo que significó un vínculo que se mantendría por años. Se cuenta que Donwood pasaba por muchos trabajos mal pagados y necesitaba despegar su carrera artística. Para OK Computer se dedicó a trabajar de lleno con el arte a la par que Radiohead componía las canciones. La creación de mucho del arte fue hecha a computadora y tenía la regla de no borrar nada.
Los paisajes urbanos y blancos con muchas líneas perpendiculares y garabatos estilo cómic le dieron por fin una identidad bastante definida a lo que vendría en las siguientes producciones. Tenemos Kid A, un paisaje de montañas nevadas en el cual se usaron técnicas y edición de Photoshop, pintura y todo lo que a Donwood se le pudiera ocurrir a partir de las rolas. Las pirámides, el poder y la influencia de la grandeza de una masa enorme fueron las ideas que rodearon este arte.
Para Amnesiac, Donwood expresó lo siguiente: “quería que el minotauro fuera una criatura llorando por su existencia monstruosa, alguien a quien le tuvieras lastima por no saber ser más que su naturaleza”. Tan abstracto y melancólico es el arte como las rolas, el “minotauro” es el protagonista de las páginas dentro del disco y parece que llora deseando ser otra cosa que él mismo.
Hail To The Thief es una portada muy llamativa, atascada de letreros y signos con frases y palabras muy simples que vemos fuera de las tiendas por ejemplo. De ahí salió la necesidad de Donwood de expresar lo que veía a través de la ventana en el asiento trasero. Tantos signos, ideas y palabras que daban órdenes, informaban algo concreto, todas eran parte de un paisaje urbano. Además, no olvidemos lo político que Radiohead se tornó con 2+2=5 y el resto de canciones.
Ya para entonces muchos identificaban a Radiohead con el famoso “osito”. Desde los tiempos de Kid A, la banda se abanderó con este logo. En el 2007, In Rainbows tomó una dirección distinta, tanto musicalmente como en el arte. Las melodías eran suaves y sexys, así que Donwood tuvo que cambiar su idea de dibujar catedrales y tiendas para trabajar con cera y jeringas. Un pinchazo enorme de éxtasis, literalmente, fue dibujado en esa portada llamativa y luminosa, como si una explosión de lava fuese capturada.
“La banda nunca ha tenido su retrato en ninguno de sus álbumes y estaba dispuesto a dibujarlos al estilo Gerhard Richter pero la verdad es que no soy un experto en su técnica, y obviamente no soy Richter”, comentó Stanley para la portada de The King Of Limbs. El resultado fue esas criaturas detrás de una especie de trabajo estilo Richter. El bosque fue la inspiración principal, la música lo hacía pensar en eso.
El arte del Hail to the thief está basado en los mapas de Los Angeles (donde la banda grabó el disco)
Buen trabajo «InsAna»… que mejor combinación que la «T-Chock» y Doonwod. Absolutamente todas las portadas embonan a la perfección con los discos, de hecho a cada canción la relaciono siempre a la portada o arte del disco, sin exagerar el concepto de Radiohead es perfecto. Las de Kid A y Ok Computer sublimes, pero la que mas me gusta y llama la atención por lo oscura y misteriosa, orgánica y hermosa a la vez es la de The King of Limbs. Saludos.