Señoras y señores, ha llegado el momento de enfrentarnos a una dura y cruenta realidad. Hey, Arnold! cumple veinte años de su primera emisión en Estados Unidos. La vida del cabeza de balón y los ligeramente ofensivos estereotipos raciales que tiene por amigos llega a dos décadas, y es por eso que proponemos alzar la mano y decir “Sí, ya estoy viejo”.
Para celebrar esta epifanía, hemos ideado un intento barato por picarle a tu nostalgia con la primera parte de una lista de clásicos Nicktoons que seguramente te acompañaron en tu infancia y hoy en día se encuentran relegados a bloques de “viejitas pero bonitas”. Comenzamos, por supuesto, con el cumpleañero:
Hey, Arnold! (7/10/1996-08/06/2004)
Una canción de jazz suave nos transporta a la historia de un niño de primaria pública que vive en Hillwood City, Washington. Un argumento aparentemente sencillo que dio pie a infinidad de personajes entrañables: la enamoradiza y violenta Helga, el popular cuentacuentos Gerald, los excéntricos abuelos, los huéspedes de la casa de Arnold, el bully Harold, la ñoña Phoebe, el palurdo Stinky, y por supuesto el imán de la mala suerte conocido como Eugene. Sólo nos queda decir: “¡Estoy bien!”.
Rugrats: Aventuras en Pañales (11/08/1991-01/08/2004)
Es imposible no emocionarse al escuchar la introducción de este show. Un tema tan extraño y experimental que hoy en día lo podría haber firmado Animal Collective, para una serie divertida y reflexiva como lo fue Rugrats. No importan los años, siempre podrás reconocer sin problemas a Tommy, Carlitos, Philly, Lily, Angélica, Suzie, Dil, Kimi y Firulais. Y siempre sabrás dos cosas: que las rubias son el demonio encarnado, y que Rugrats Crecidos sencillamente no funcionaban.
Rocket Power (16/08/1999-02/08/2004)
Si bien podríamos considerar esta serie una especie de Jersey Shore: The Early Years, y que Raymundo y Tito siempre estaban drogados hasta el trasero, Rocket Power nos emocionaba a todos al punto de hacernos salir a las calles para intentar replicar las peligrosas acrobacias de Otto, Reggie, Twister y el Calamar. En retrospectiva, no era la mejor idea, pero mientras tarareabas en tu mente el pegajoso opening, te sentías intocable. “¡Prepárense a ver ROCKET POWER!”.
Aahh!!! Monstruos de Verdad (29/10/1994-06/12/1997)
Con una vida relativamente corta, esta mítica serie de Nickelodeon brillaba por su creatividad y originalidad. Mucho antes de Monsters Inc., la idea de monstruos que se preparan en escuelas para asustar a los humanos se ideó en esta caricatura. Los diseños eran increíbles, las situaciones disparatadas y los escenarios sombríos. Definitivamente un clásico que merece ser recordado.
Ren & Stimpy (11/08/1991-14/11/1996)
John Kricfalusi era un auténtico vanguardista que de alguna manera consiguió que Nickelodeon diera luz verde a un proyecto sobre un chihuahua y un gato, que parte de un lugar común para estrechar los límites de lo adulto y lo infantil a tal grado que su progresivo uso del asco y las situaciones obscuras provocaron su despido. Existe una versión para adultos transmitida por MTV, pero el clásico Nicktoon se queda en el recuerdo, para ser amado u odiado por una generación a la que tomó completamente por sorpresa.
La Vida Moderna de Rocko (18/09/1993-24/11/1996)
Joe Murray seguramente se inspiró en Kricfalusi para crear esta serie sobre Rocko, un wallaby, y su vida en la bizarra y surreal O-Town. Si bien era por momentos menos arriesgada que Ren & Stimpy, también tuvo momentos controversiales que iban de la implicación de sexo telefónico a directamente incluir al diablo como un personaje (el legendario Duraznito). Spunky, Heffer, Filburt, los señores Cabezagrande, todos tenían algo que aportar a esta retorcida experiencia, y nosotros lo aceptamos sin ningún problema.
Bob Esponja (01/05/1999- ¿?)
Justamente de Rocko se desprende este pequeño proyecto de Stephen Hillenburg. La historia de estos animales submarinos conviviendo en el Fondo de Bikini dio paso a tres temporadas de genialidad pura, insertando chistes muy elevados (¿Tolouse-Lautrec? Seguro todos captaron esa referencia a los ocho años) con humor absurdo (en el mejor sentido), Bob Esponja nos entregó horas de diversión hasta que eventualmente se convirtió en el monstruo sin sentido que es hoy.
¿Qué Nicktoons clásicos te gustaría ver en la siguiente entrega?