En estas fechas es muy común escuchar sobre los significados de las ofrendas del día de muertos, pero aún así existen miles de variantes en la república mexicana. Hoy conoceremos solo algunas de estas curiosidades.
Comenzamos en la región de Puebla, en Huaquechula. Ahí las ofrendas destacan por su color blanco. Se vuelven altares monumentales al interior de las casas en donde cada piso refiere a la tierra, el cielo y la cúspide celestial. Hay ofrendas que llegan a ser completamente blancas pues sus creadores consiguen todo de acorde a este color. Hay muchas interpretaciones sobre el significado del color y datan de la época virreinal.
En Ocotepec Morelos, además de la tradicional visita al panteón, sus ofrendas incluyen una representación del cuerpo del difunto acostado. Con prendas que pertenecen al ser querido y algunas incluso con carteles de bienvenida, la familia se sienta alrededor durante los dias de muertos a recibir a los familiares. Se pueden ver representados cuerpos de niños, hombres, ancianos, monjas, etc.
En la región huasteca de Xantolo la fruta vuela. Lo común es realizar ofrendas adornadas con arcos de flor de muerto o ramas y colgar arreglos, fruta y comida. Se abren las puertas de las casas con el fin de que la ofrenda se vea desde afuera y la tradición comienza desde que se cosecha la comida para la ofrenda.
En Coatetelco Morelos, toda la ofrenda vuela. Ya son pocas las personas que realizan esta complicada ofrenda de día de muertos, en donde tiene que estar elevada del suelo y colgada. Se realizan solo para los más jóvenes del pueblo después de una preparación que consta de un mes.
En el ámbito del arte, esta tradición también se ha interpretado y es común que tanto en museos como centros culturales se instalen ofrendas postmodernas con distintos elementos realizados por artistas y realizando una reflexión sobre la tradición.
Entre esas ofrendas, tal vez las más representativas se realizan en la casa de la antigua mecenas de Diego Rivera, Dolores Olmedo. Encargadas generalmente a los descendientes del creador de los alebrijes y mejores cartoneros de la ciudad, las ofrendas del Dolores Olmedo ambientas cuartos enteros en donde se entra al país de los muertos en Francia, en el cine mexicano, en las grandes fiestas del centenario o en los oficios indígenas.
Para la religión católica, la tradición del dia de difuntos inició en Francia con la preocupación de que los idólatras medievales consideraran al día de todos los santos como un festejo para adorar muertos, por eso se instauró al día siguiente el día de muertos, pero solo en México y algunos paises de latinoamérica fue una tradición arraigada. Es común que durante ambas fechas, las iglesias católicas abran capillas especiales dedicadas a las reliquias de santos y mártires con el fin de que sean adoradas por la gente (Como ocurre en la capilla de las reliquias de la Ciudad de México)
La ofrenda tradicional históricamente ha sufrido cambios. Los distintos pisos se atribuyen a las tradiciones virreinales, las flores y el incienso a la vida prehispánica, los dulces y panes llegaron con la intervención francesa, las fotografías de los difuntos en el porfiriato y actualmente cigarros, refrescos, comida y otros tantos elementos decorativos entraron a la tradición de la mano del TLC. Esta mezcla de culturas que la ha vuelto una tradición profundamente mexicana, ha permitido que la Unesco haya decidido nombrarlas junto con el día de muertos como «Obra Maestra» del Patrimonio Cultural Intangible de la Humanidad. Muestras efímeras de nuestras nostalgias y recuerdos.